El aluminio es un material blando y maleable. El daño inducido por deformación es un problema de preparación habitual en las composiciones más puras. Después de la preparación, la superficie forma una capa protectora hermética de óxido que dificulta el grabado. Los grados comerciales contienen muchas partículas intermetálicas discretas de diversas composiciones. Normalmente, los agentes de grabado atraen estas partículas intermetálicas delante de la matriz. Si bien la respuesta a agentes de grabado específicos se utilizó durante muchos años para identificar estas fases, este procedimiento requiere extremo cuidado. En la actualidad, se realiza comúnmente el análisis de dispersión de energía para la identificación de fases debido a su gran confiabilidad.

Las prácticas de cinco y cuatro pasos para las aleaciones de aluminio se presentan en las tablas 6.1 y 6.2, y los resultados esperados en la figura 6.1. Si bien MgO era el abrasivo preferido para el pulido final en el aluminio y sus aleaciones, es un abrasivo difícil de usar y no se encuentra disponible en tamaños muy finos. El silicio coloidal reemplazó a la magnesia como abrasivo preferido para el paso final y es más fino en tamaño.

Para el grabado de color, y para los grados más difíciles de aluminio, es posible que se necesite una pulidora vibratoria para eliminar todos los rastros de daños o rayas. Se recomienda utilizar la práctica de cinco pasos para el aluminio súper puro (SP) y comercialmente puro (CP), y para las aleaciones forjadas difíciles de preparar.